viernes, 23 de marzo de 2012
THE BLUE BUS IS CALLING US...
Como diría mi amado Baudelaire: "Yo soy la herida y el cuchillo..." y lo vuelvo a citar con esta frase: "La fatalidad posee una cierta elasticidad que se suele llamar libertad humana." y me despedido de la manera más burda y más absurda...me voy a Marte porque allí si que hay vida...
jueves, 22 de marzo de 2012
CEREBRO LICUADO...
En esta pesquisa absurda que es la vida, la vida como concepto general, generalizo sí, justo lo que dicen que no debe hacerse pero todos hacemos, todo es absurdo y todo es nada…La crítica común de mi forma de escribir es el sonido victimizante de mi reiterativo discurso, un trasfondo de vomitiva compasión; autocompasión victimizante, vomitiva, reiterativa y buclótica (de bucle, por si cabía duda)…Se trata de una especie de autoempatía poética y dramática, y me autopregunto: ¿cómo puede sentir un ser que siente el mayor de los desprecios hacia su propia existencia, empatía hacia si mismo? ¿será fruto de que cada uno de nosotros tenemos diferentes caras o lados oscuros y luminosos que se alternan a lo largo de nuestra existencia efímera, poseyendo cada uno de estos lados libre albedrío, ajeno a nuestra voluntad*? (*bueno según el ser, hay seres humanos que son capaces de controlar, sin saber cómo, la alternancia de los mencionados lados, en este caso me refiero a mi, entre otros…). Está claro que todos poseemos lados de todos los colores y luces, eso es algo sobre lo que no me cabe la menor duda…la duda asoma sobre el resto de todas las cosas, o casi todas, creo.
Creo que he regresado al punto de partida al que un día me propuse jamás volver y del que no tengo claro que vuelva a salir, ¿es esto autocompasión? Yo creo que no, se llama desesperanza y desesperación, porque me encanta que los planes salgan bien y no soporto cuando nunca salen…Una vez Samuel Beckett al que adoro, escribió en algún lado: “Las lágrimas corren por mis mejillas sin que experimente la necesidad de entornar los ojos. ¿Qué me hace llorar así? De tanto en tanto. No hay nada aquí que pueda entristecer. Tal vez se trate de cerebro licuado. En todo caso, la felicidad pasada se me ha ido completamente de la memoria, si es que alguna vez estuvo presente en ella”…Hoy siento esta frase, más mía que nunca…
sábado, 17 de marzo de 2012
IL NE FAUT PAS BRISER UN REVÊ...
Un mal día nació Ella; Ella nació de color azul y en vez de llorar como hacen todos los niños al nacer, ella salió cantando C'est si bon, de Jean Sablon, no tengo muy claro si era ella la que cantaba con la misma voz del mismísimo Sablon o era como una especie de banda sonora incorporada como si hubiera nacido con un tocadiscos en el estómago, el caso es que la música sonaba desde lo más profundo de sus entrañas…Esto puede resultar una escena cuanto menos curiosa y hasta feliz, nació afrancesada aunque no en en Francia, de hecho más adelante nunca aprendió a hablar francés, solo lo cantaba…Sin embargo, a pesar de nacer con esta banda sonora, no le esperaba una vida feliz, más bien todo lo contrario, le esperaba una banda sonora de lo más triste y melancólica…aunque de vez en cuando se aferraba a algún crooner que le alegraba el día con una de sus baladas, acompañadas de violines y trompetas que le arrancaban una leve sonrisa…
Una vez que Ella creció y se hizo más mayor, su color azul cielo iluminado como un soleado día, se fue volviendo más y más oscuro hasta volverse casi negro, un azul tan oscuro como una noche sin luna: azul oscuro casi negro, NEGRO la ausencia total de luz…Un bucle de oscuridad absoluta en el que un día se metió sin Ella saberlo, empujada por alguna mano malvada e invisible, que la empujó a ese camino sin luna…Una vez mientras Ella paseaba sobre su bucle negro, escuchó en la lejanía a Dean Martin cantándole el Mambo italiano, en la lejanía Martin le ofrecía su mano para sacarla a bailar mambo, y mientras estiraba sus delgados brazos hacía a él, buscándole con la mirada y con la punta de sus dedos rozándole, notaba cómo en el otro extremo, en el mismo centro del bucle maligno otra presencia le tiraba de los pies hacia la oscuridad eterna, como cuando los dioses griegos se dedicaban a sentenciar condenas eternas, oscura hasta la eternidad, o hasta que venga algún crooner tan fuerte como para arrancarla de esa oscuridad sin luna…
Una vez que Ella creció y se hizo más mayor, su color azul cielo iluminado como un soleado día, se fue volviendo más y más oscuro hasta volverse casi negro, un azul tan oscuro como una noche sin luna: azul oscuro casi negro, NEGRO la ausencia total de luz…Un bucle de oscuridad absoluta en el que un día se metió sin Ella saberlo, empujada por alguna mano malvada e invisible, que la empujó a ese camino sin luna…Una vez mientras Ella paseaba sobre su bucle negro, escuchó en la lejanía a Dean Martin cantándole el Mambo italiano, en la lejanía Martin le ofrecía su mano para sacarla a bailar mambo, y mientras estiraba sus delgados brazos hacía a él, buscándole con la mirada y con la punta de sus dedos rozándole, notaba cómo en el otro extremo, en el mismo centro del bucle maligno otra presencia le tiraba de los pies hacia la oscuridad eterna, como cuando los dioses griegos se dedicaban a sentenciar condenas eternas, oscura hasta la eternidad, o hasta que venga algún crooner tan fuerte como para arrancarla de esa oscuridad sin luna…
miércoles, 14 de marzo de 2012
COBARDÍA CRÓNICA...
A veces hacemos cosas que escapan a nuestro propio sentido; estoy acostumbrada a dar sin recibir nada a cambio y las pocas veces que recibo, siento una extraña sensación, no es rechazo es falta de costumbre, una falta de costumbre que me hace paralizarme y no saber cómo responder…Hubo un hecho en vida, que me la quitó, me quitó la vida y me quitó la cordura, no es que esté loca, no es una locura diagnosticable, es una locura del alma, que me hace inconscientemente no querer salir de ese horror que una vez sufrí…por eso desde que fallecí en vida, sigo aparentemente viva, pero muerta en la realidad, en mi realidad, porque jamás mi vida volvió a ser la que una vez fue, porque jamás me ha vuelto a salir nada bien, quizás provocado por mi misma, por la incapacidad de superar un hecho superable objetivamente, pero insuperable en mi subjetividad…Recurro siempre a el atiborre de pastillas, me encanta perder la visión lúcida de las cosas, y que mi pensamiento a veces demasiado lúcido se torne nebuloso e irracional; y entonces, me tumbo sobre el precipicio del edificio sobre el que siempre me tumbo, todas las veces en las que pienso en acabar con mi no vida…ese precipicio del cual nunca me atrevo a saltar, una cobardía repugnante, que camuflo con drogas legales mezcladas con alcohol, pensando que así esa cobardía desaparecerá y algún día tendré las agallas de saltar y explosionar contra el frío suelo que me llama, todas las noches…Camuflo mi cobardía, con mentiras o medias verdades, solo para alcanzar equivocadamente la vida que una vez tuve, una vida normal y a ratos feliz…esa vida que jamás volveré a tener, por la incapacidad de superar un dolor, una úlcera crónica en lo más negro de mi alma…y me capuzo en libros y en música, y me empapo de palabras y canciones…lo hago para distraer mi mente que algunos confunden con enferma, pero que no es enfermedad, es mi mente sangrante fruto de mi herida purulenta que es mi propia existencia…A veces las palabras y las canciones me sirven de desinfectante mental, otras veces ni las palabras, ni las canciones, ni mis dibujos…nada, nada me sirve, soy una cobarde atormentada, acomplejada con una exquisito gusto literario y musical, al cual recurro por pura cobardía.
lunes, 27 de febrero de 2012
MORFINA PIAF...
Mi vida es como un tren sin rumbo, que va forjando sus propios raíles…un valle de lágrimas, en las que nado y sonrío mientras nado…porque qué es la vida sino llorar y reír?, unas veces lo puedes hacer al mismo tiempo, otras veces solo lloras y otras solo ríes, el motivo puede ser una razón lógica y de peso o puede ser un sin sentido, o un cúmulo de sin sentidos totalmente lógicos y de peso…Derramo lágrimas cada uno de los días de mi vida, un poco...las que salgan sin forzar…unas lágrimas densas y pesadas como un agua turbia pero cristalina a la vez, como el agujero turbio y cristalino que atraviesa mi corazón, una herida abierta que permanecerá así hasta el fin de mis días..pero que no me impide nadar de vez en cuando en la turbiedad de mi infelicidad a veces feliz, unas lágrimas que salen de mi y que flotan en el aire y me hablan y yo les hablo y les dejo mensajes… son mis lágrimas mensajeras, que viajan a través del tiempo y la distancia, y luchan contra ellos y que sé que llegan a donde yo deseo que lleguen, porque las lágrimas siempre vuelven, aunque a veces se vayan…y sé que mi destino es ese, el de mis lágrimas mensajeras que se van para siempre volver…por eso en esos leves momentos de éxtasis en los que una cosa o alguien llega y te arranca del alma la mayor de las sonrisas o la mayor de las caricias, se hacen tan intensos en mi, porque no estoy acostumbrada a vivir momentos extasiantes, y porque cuando los vivo soy consciente de su dolorosa fugacidad…me rompe el alma esa fugacidad…
En las últimas noches que me he sentado en la cama a fumarme el último cigarro del día, se me ha sentado al lado entre mi almohada y yo, Edith Piaf para ofrecerme un poco de morfina etérea; la morfina etérea no es como la terrenal...esta es más potente y solo sirve para los dolores de las almas atormentadas, huele a dulce como a manzana caramelizada, esas manzanas que mi madre me prohibía comer de pequeña porque me hacían mal a los dientes, mis manzanas prohibidas particulares…Edith me trae morfina y manzanas prohibídas, yo le pido que me cante y yo le canto a ella y al final terminamos cantando juntas, de morfina hasta las cejas (o hasta sus no cejas), y rodeadas de caramelo y huesos de manzana…y al final soy yo la que huele a morfina, manzana y caramelo, y es cuando llega alguien que te huele el cuello y te dice lo bien que hueles, y yo me digo a mi misma: qué bien que huelo cada vez que viene a visitarme Edith, y le guiño un ojo…el mismo ojo de la lágrimas mensajeras…
En las últimas noches que me he sentado en la cama a fumarme el último cigarro del día, se me ha sentado al lado entre mi almohada y yo, Edith Piaf para ofrecerme un poco de morfina etérea; la morfina etérea no es como la terrenal...esta es más potente y solo sirve para los dolores de las almas atormentadas, huele a dulce como a manzana caramelizada, esas manzanas que mi madre me prohibía comer de pequeña porque me hacían mal a los dientes, mis manzanas prohibidas particulares…Edith me trae morfina y manzanas prohibídas, yo le pido que me cante y yo le canto a ella y al final terminamos cantando juntas, de morfina hasta las cejas (o hasta sus no cejas), y rodeadas de caramelo y huesos de manzana…y al final soy yo la que huele a morfina, manzana y caramelo, y es cuando llega alguien que te huele el cuello y te dice lo bien que hueles, y yo me digo a mi misma: qué bien que huelo cada vez que viene a visitarme Edith, y le guiño un ojo…el mismo ojo de la lágrimas mensajeras…
viernes, 27 de enero de 2012
MAMÁ SUICIDA...
Ayer soñé que hacíamos el amor como dos bestias salvajes, nos abrazábamos tan fuerte, que nos atravesábamos mutuamente y nos caíamos al suelo con los brazos vacíos de espaldas el uno del otro y así nuestras miradas volvían a encontrarse y nos volvíamos a abrazar, y nos fundíamos en un beso como se funde el queso de los bocadillos que me hago los domingos por la tarde de resaca…con tanta intensidad que parecía que nos quisiésemos devorar el uno al otro…y qué es hacer el amor, sino el acto de intentar convertirse en uno, de intentar buscar en otra persona lo que te hace cojear…y mientras hacíamos el amor salvajemente, sonaba uno de esos discos que yo te había grabado para el coche, con el que seguramente te habías follado (que no hecho el amor), a diferentes féminas vacías de abrasivo amor, como es el mío…y mientras escuchábamos aquella caótica mezcolanza musical, que yo había elegido sin ningún tipo de criterio, más que la aleatoriedad de mi buen gusto musical…cada canción se me iba clavando como una puñalada en los intestinos, cada Jim Morrison, cada Lou Reed, cada Jimi Hendrix, cada Janis, cada Pattie, cada Leonard Cohen, cada Tom Waits, cada MC5…Y así a los nueve meses, parí con el dolor más animal y bestia que jamás pueda nadie imaginar, a mi hija: Incertidumbre, mi hija sin padre, porque tu eres su padre, pero también lo es Jim o Cave, mi hija que me acompaña, y se me agarra de la mano, me la aprieta, cuando me olvido de ella, me grita para reclamar mi atención, y llora desconsolada cuando me ve sonriente, para que no me olvide de su existencia; la que me pone la pistola en la mano cuando tengo ganas de morirme, todas las noches…la que me recuerda que solo estamos ella y yo, en nuestra pequeña y fría habitación, la que cierra con llave mi puerta, para no dejar que nadie pase a rescatarme de esta desdicha, la que me raya los discos para que no pueda escucharlos y no busque consuelo en ellos, sus incontables padres…la que me ata a la cama para que me cueste levantarme. Me dejasteis embarazada de esta niña horrible llamada Incertidumbre y ahora no me puedo deshacer de ella, a menos que ella un día quiera.
martes, 17 de enero de 2012
MI JARDÍN DE FLORES MALDITAS...
Cuando entras en este bucle apocalíptico, que te hace escribir una y otra vez las mismas cosas, porque piensas una y otra vez en las mismas cosas, porque tu vida es una y otra vez la misma cosa…Cuando comprendes que no se puede salir de esa espiral autodestructiva, te das cuenta del poco sentido que tiene la vida, pero no solo la mía, todas las vidas, todo es un sinsentido espirélico…La existencia humana no tiene sentido alguno, aunque muchas han sido las veces que me he levantado con esta sensación apocalíptica, siempre o casi siempre he conseguido escapar del bucle mortífero, y gracias a las estelas que me han dejado hechos y personas, he conseguido seguir respirando por estos pulmones enfermos y envenenados…mis estelas enmarañadas que tanto me han ayudado, marañas de preciosas estelas, recuerdos preciosos…el recuerdo de la esperanza infantil, que ya es estela ya es solo recuerdo; lo terrorífico de las estelas, es que una vez que se han convertido en recuerdos, ya nunca más volverán a Ser, ya no existen son pequeñas evocaciones zombies irresucitables del todo…Llevo dos noches soñando con mi apuñalamiento, con mi asesinato…un hermoso y frío cuchillo me atraviesa el estómago abriendo una catarata de sangre, sangre caliente y oscura, casi negra, de mi estómago salen mis estelas enmarañadas, mis evocaciones zombies y me libero de esta angustia que me oprime. Lo terrorífico quizás sea que me resulta un sueño tan dulce como pacificador, y nadie me acompaña en este sueño, ni Nick Cave, ni Charles Baudelaire…nadie, porque estoy sola…Soy un jardín plagado de flores del mal, que se alimentan de recuerdos irrepetibles que me van enterrando poco a poco, la vida en sí en un suicidio…a veces creo que ya estoy muerta y me encuentro en el sexto anillo de mi infierno particular…Definitivamente estoy maldita.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)