Muchas veces, sin esfuerzo, puedo reproducir a la perfección en mi cabeza, cualquier canción que me guste mucho, supongo que todo el mundo es capaz de hacerlo…yo lo hago a menudo, canciones que se almacenan en la memoria y quedan ahí, muchas veces escondidas, pero pongo el modo aleatorio y a veces sale alguna de la que no me acordaba demasiado…quizás no sea capaz de reproducirlas o cantarlas a la perfección después…aunque no es lo mismo que escucharlas directamente desde algún reproductor de sonido…pero tiene su encanto.
Durante los años de mi infancia, estuve viviendo en un castillo, encerrada en lo alto de la torre más alta, me cortaron el pelo como a un niño, para que no pudiera lanzar mis trenzas por la ventana y escaparme con algún príncipe…el dueño de aquel castillo, me compró a bajo coste, a una bella mujer que estaba pasando apuros económicos; era un conocido torturador, se llamaba John Nolvido; en aquel sitio había más niños, pero conmigo se portaba especialmente mal; un día me asestó tal golpe que se me cayó la estima, la mía claro, y como es transparente como una lentilla, pues no la encontré…lo de la música venía al caso, porque en aquel castillo, aprendí a escuchar música, ella me presentó a Jim Morrison, él me dijo que antes que músico era poeta, y me enseñó muchas cosas bonitas y otras no tan bonitas, no porque fueran feas sino porque eran tristes, a él le siguieron muchas más personas, de las que más tarde me enteré que eran muy muy conocidas…
Volviendo al castillo…un día el torturador me lanzó por la ventana, pero no contaba con que yo soy medio medusa, no tengo huesos y no me pasó nada, nada irreparable al menos, eso si magullada de por vida, y con un reproductor musical incrustado en mi cabeza, gracias irónicas John y gracias sinceras Jim…
la estima transparente como una lentilla, :( qué tristeza.
ResponderEliminarme gusta!!
ResponderEliminarestaba claro que algún detractor te iba a salir jajajaja bueno, es lo normal en estas cosas a mi me gusta mucho como escribes absolutamente!
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