A veces me acuesto tarde a propósito…aguanto el sueño e intento mantenerme despierta, incluso a veces, me tomo una pastilla para dormir, que encuentro suelta en el arsenal de medicamentos que es mi casa…En este arsenal hay de todo, puedes encontrar desde pastillas para dormir, hasta analgésicos, antipiréticos, antiinflamatorios, Litio, Sodio, Potasio, Rubidio, Cesio y Francio…el perfecto reducto suicida para un deprimido con tendencias claramente tentativas contra su propia vida, valga la redundancia…
Si aguantas sin dormir, y estás por ejemplo, escribiendo es una sensación entre el placer y la angustia; placer porque la visión comienza a ser borrosa y las letras de la pantalla cobran vida y empiezan a moverse con un gracejo que hasta me hace sonreír y soltar alguna leve carcajada bobalicona…angustia porque si en ese preciso momento alguien te llama o te escribe o intenta comunicarse contigo, la boca no coordina con el cerebro y puedes soltar de todo menos algo coherente o entendible…aun así entre letras parlantes y bailarinas, y esa sensación de estar anestesiada, no bastan para mermar mis pensamientos y me pregunto: si yo me acuerdo de lo que hablamos… ¿se acordará la otra persona de lo hablado? siempre me pregunto eso, supongo que habrá que esperar a que vuelva a salir la conversación, y sino sale es que no se acuerda o no quiere acordarse…tendré que hablarlo con mi almohada; mi almohada se llama Carmela y es sordomuda, pero yo le hablo…bueno en realidad nos comunicamos por telepatía, telepatía viscoelástica…elástica y viscosa patología almohadinosa e inútil.
saludos a Carmela, mira que se te dan bien los juegos de palabras eh? me gusta
ResponderEliminarviva el myolastan, y viva la burda y absurda que bien escribes y qué bien eliges las fotos <3
ResponderEliminarsoy fan tuyo, de tu escritura y de los medicamentos
ResponderEliminarGracias a los tres, seguiré vomitando absurdeces...
ResponderEliminarstilnox love gang!
ResponderEliminarperdidos forever en los intrincados laberínticos senderos de los opiáceos
<3