He rozado el placer de la felicidad con la punta de los dedos, hace muy poco, lo he hecho si, pero como siempre en la historia de mi vida esa suavidad, esa    sensación de positivismo e incertidumbre de si durará mucho o nada, se queda en el nada y se deshace en el mucho…se deshace mi felicidad empapada en cal viva se muere, dejando una estela de fuerte olor o felicidad carbonizada, a muerte y desesperanza…una tras otra van cayendo los pedazos rotos de esperanza, porque las cosas están mal repartidas en todos los aspectos del universo, no existe nada  perfectamente y equilibradamente repartido y menos cuando se trata de sensaciones buenas…Intento refugiarme en mi sonrisa mi eterna sonrisa que enseño siempre para ocultar el dolor con el que debo vivir, un sonrisa que cada vez más me cuesta mantener…el otro día me encontré una botella de vino joven, bebí un sorbo, poco a poco la bebí para que me durara lo máximo posible……qué dulce sabor, qué olor, por un momento pensé que aquella botella no tenía fondo, pero lo tenía….y entonces  quise que no lo tuviera y la rompí contra la pared y bebí de esa botella rota,  mi propia sangre, como si de un tango se tratara mi propia sangre tragué que era la tuya pero ya corroída por la mierda de este mundo que todo lo pudre con su asfixiante aire contaminado…¿De fondo?....esta vez Billie Holiday con sus amorosas y desgarrantes canciones....