Pues después de haber pasado por varios estados anímicos en demasiado poco tiempo, después de tropezar (otra vez!) con la misma puta piedra que se pone siempre en mi interminable camino hacia la, ahora lo sé, absoluta y desconcertante nada…vivo en un eterno precipicio metálico y mecánico; metálico porque noto el frío y molesto metal bajo mis pies mientras camino descalza con mis pies pequeños y heridos…mecánico porque es un precipicio anclado al terrible engranaje de la desdichada vida…una vida que se repite no en los hechos, pero si en el fondo…se repite como un terrible y oscuro bucle que me atrapa, me tiene atrapada en una sinrazón que me asfixia, lo justo para querer quedarme sin aire para terminar con el dolor, pero que precisamente me deja coger aire cuando más ganas tengo de que no me llegue para dejar de respirar…el aire justo para volver a recuperar la consciencia de mi inconsciencia vital, vivo en un eterno error…muchas veces he intentado lanzarme al vacío de la incertidumbre de dicho precipicio, sin éxito claro porque soy como una suicida estigmatizada, condenada a la no muerte y al error eterno, condenada a cargar con mi roca como Sísifo que al llegar a la cima la soltaba para volver a tener que subirla…y aún existe gente imbécil y realmente asesinable, que me pregunta con voz altiva a veces, y a veces con voz recalcitrantemente agradable, que si estudio o trabajo... y el tener que excusarme de mi situación actual, no me apetece ni lo más mínimo, así que...que sigan pensando que soy un parásito social o lo que quiera que piensen, sólo yo y unos pocos saben, el porqué de mi frustrada vida…aún así sigo, con mis canciones y mis páginas leyendo literatura oscura que me sirve para revolcarme en mi metálica y mecánica sinrazón.
