miércoles, 30 de noviembre de 2011

SUEÑOS BUONARRÓTICOS...

   Me sucede en ocasiones soñar que soy yo pero con el cuerpo físico de otra persona…Pues bien, esa noche me mimeticé en Virginia Woolf…Estaba en bata, como recién levantada, con muy mal aspecto, poco aseada, extremadamente delgada y pálida, casi azul…Con los dos bolsillos de mi bata blanca, ahora color amarillenta, repletos de piedras, piedras pesadas me dispuse a lanzarme al río…De repente entras tu en escena, en medio de esos techos altos, techos infinitos... y me miras con esos ojos pequeños pero profundos, con las gafas de leer puestas (las dos veces que he soñado contigo llevabas las gafas puestas), esas gafas de pasta negras que te dan ese aspecto rudo y seco…Te miro y me desmayo, pierdo el sentido físico, porque ese otro sentido lo perdí hace ya algún tiempo, y tu sin prisa y nada sorprendido por mi desmayo, vas me recoges del suelo como si fuera un retal de tela corroída, ligera  como una pluma sucia…Medio arrodillado en el suelo, y yo cadavérica, parezco ya  muerta sin estarlo…me miras , te miro, nos miramos...de repente todo gira alrededor y se vuelve distorsionado, confuso y nuestro alrededor muta, se transforma, ahora estamos en un museo, podría ser un museo parisino o italiano…ya sé estamos en la Basílica de San Pedro…tu más jóven que yo, jóven y fuerte y bello, muy bello…yo permanezco sobre ti, mayor, mayor que tu aunque no demasiado; mi brazo cae inerte sobre el suelo y los tuyos llenos de vida intentan sujetarme…Ambos rígidos  duros como el mármol del que estamos hechos, pero a la vez tan volátiles y vivos…somos La Piedad del Vaticano, somos una obra de arte, de arte muerto y vivo a la vez…esculpidos a cincel, por la mano invisible e inexistente de la vida.